miércoles, 7 de septiembre de 2011

No hay castigo no hay infierno, ni paraíso que perder



Humanos y humanoides, red de redes complicadas y no cómplices, la fe no juega en esto, nunca curaste nada con rezos, humano. El humanoide, no siente dolor y no lo provoca y no pide perdón, pero a ti humano, te gusta provocarlo, animales inferiores, hombres de presa, lobos sin cola y corderos degollados por ti mismo, ¡...que me arrodille y te pida clemencia...¡ quien mierda te crees?,



Yo soy un humanoide tú me diste la razón pero no el corazón, y aun así soy más humano que tu hermano, soy más fiel que todas tus oraciones, no espero nada a cambio, solo me siento cuando todos están parados, me rio cuando se supone que debería alimentar el aire con mi llanto, pero sabes, es aceite lo que me brota, aceite hirviendo y la cólera y la bilis, y tus reglas.
Enfermo, yo no recaigo, solo me vuelvo a veces obsoleto, pero resurjo, aprendí a caminar reprogramado frio y calculador.


Ahora dime, cuantos rezos tendrás que programarme para resucitar, si yo no muero, solo me transformo, me reciclo, y en otros caminos camino, y no te sigo.


Humano: la humanidad es el colapso de tu creación ya estas medio pie en el abismo y en el filo espero yo para poder patearte. Tantos otros son creados por mí, te provoco, te escupo y me rio, porque no hay castigo no hay infierno, ni paraíso que perder.


Crucifica otro hijo de cabeza y engaña a los tuyos que sigan esperando otros 2 mil años más que yo no descansare hasta ver a otros completamente libre de tus reglas represoras e infames violadores de todo lo inviolable.