viernes, 18 de febrero de 2011

SUPONGO QUE ESTO ME ESTAS TRATANDO DE DECIR




Voy a construir una enorme papelera, para llenar todos tus insultos, y los arrojare durante años a ese silo que tengo por porvenir, quemare cuando esté lleno tus palabras, tus golpes, y el odio enorme que te tengo cuando me estas ignorando.

Tengo un montón de recuerdos de mierda que indeleblemente están fijados en mi cerebro, viajan por mis neuronas y hacen que viva con ellos, y por eso me jode tu existencia, y me jode que me joda que te guste y te des cuenta que me estas jodiendo más que antes.

¿Ahora? ya sabes, sabes que siempre tengo presente tus ojos cuando odio mirarlos. Pero te ríes, te ríes y me dejas ver tus dientes agujereados, tu lengua afilada y pantanosa, y esas encías que están blancas porque ya la sangre de tu cara se evaporo.

¿De dónde vienes? por que quieres ahora hacer un pacto conmigo, ¿que quieres? ¿que nos dejemos de odiar? si bien sabes que no nos odiamos a nosotros, solo odiamos los momentos cuando estamos distantes y abrazados por otros, una relación abierta, infidelidades negociadas con clausulas que no nos permitan intimar ni besar, mas si arrodillarse y dejarse.

Pero te odio, y te odio mas cuando se que no puedo dejar de amarte, por eso quiero sacarme los ojos, y sacar los tuyos, y lamentarme el ultimo llanto, sin pupilas. Solo saldrían sangre de nuestros agujeros en la cara, cosámonos la boca, que nadie más ya nos bese, te odio pero quiero llevarte conmigo para lastimarnos tanto a solas hasta morir.

Pero no puedo, y sabes que tu tampoco, por eso te amo y te odio tanto, porque si te mato terminaría por odiarme, y si te dejo vivir terminaría amándote aun mucho mas, tanto que podría por ti morir.

¿Y ahora? que piensas, no me pidas que acepte el pacto, las clausulas aun no están definidas.

Si a veces tengo más frió, si a veces no solo tu piel me viste, y te pones de fuego cuando te imaginas que estoy con otro, y te mueres, y me llamas y me odias , no te gusta lastimarte solitariamente, siempre tendría que salpicarme tu sangre a mi.

lunes, 7 de febrero de 2011

ENTONCES AHI...




A veces antes, aveces después, aveces el tiempo, el recorrido, los caminos, el regreso, el destino.



A veces, los lugares, los parques, las avenidas tibias, los asientos calientes, el autobús, el taxi amarillo, la esquina.



A veces, las palabras, la mirada cuando se dice y cuando no, el aliento del grito, las fraces y los insultos con limón, las promesas, los juramentos, los balbuceos, los jemidos.


A veces, en la cama, en la ducha, en todas las gotas de agua potable que se mezclan con el sudor- pudor, aveces en las uñas, en los dientes, y en cada cabello que se me cae.



A veces, en cada arruga nueva, en cada centímetro mas de frente, en mi espalda curva y desviada. aveces, en el tiempo que me cuesta perder al cruzar las avenidas que no me llevan a nada , aveces, parado de manos, con las uñas cortadas, en la cama y los vuelos que hago en ella, en los recorridos de los besos de la frente hacia el mentón, en la lengua, entre mis pupilas de gato negro sin dueño.


A veces, de regreso al tejado, aveces, en los maullidos-insultos, aveces también, en los tal vez, en los quizás mañana, en el te veo mas tarde, en un adiós, chau, hasta mañana.


A veces, al inicio de una canción, a media-melodía, en la mitad del suspiro después del coro, aveces en la plaza, en la sopa que no me gusta, entre las menestras malcriadas que me atormentan, entre el helado y las gotas dulces de chocolate dibujando unas esposas diabéticas en mis muñecas, en la arena de mis bolsillos, en el compás de mis pasos descompasados solo los fines de semana.


A veces siempre y siempre y cuando, siempre hasta pronto siempre y siempre cuando digo que no estoy jugando.


A veces, en las guitarras, en mi cuaderno, en las hojas cuadriculadas, de mayor a menor, entre las mayúsculas pretensiones sabatinas y mis minúsculos deseos de superación. aveces en los cambios, en las salidas y venidas con el rabo en la entrepierna. Aveces también en mis sueños, de los que tengo dormidos y despierto, aveces en mis hijos, aveces en mi madre, aveces en el dinero que e perdido y en los amigos que ya no me saludan, a veces en el escenario, entre el publico, entre la soledad de los locos en navidad, aveces en la lentitud del perro cojo persiguiendo a la perra , aveces entre mis cejas, entre mis testículos maltratados y rendidos.


A veces en mi, aveces en mis otros yo, aveces en mi alma vendida y alquilada, aveces en mis mentiras diarias y mis arranques de honestidad y ternura comprometida e interesada.


A veces ahí :


Te pienso, te miro, te recuerdo, te pierdo...