
A veces antes, aveces después, aveces el tiempo, el recorrido, los caminos, el regreso, el destino.
A veces, los lugares, los parques, las avenidas tibias, los asientos calientes, el autobús, el taxi amarillo, la esquina.
A veces, las palabras, la mirada cuando se dice y cuando no, el aliento del grito, las fraces y los insultos con limón, las promesas, los juramentos, los balbuceos, los jemidos.
A veces, en la cama, en la ducha, en todas las gotas de agua potable que se mezclan con el sudor- pudor, aveces en las uñas, en los dientes, y en cada cabello que se me cae.
A veces, en cada arruga nueva, en cada centímetro mas de frente, en mi espalda curva y desviada. aveces, en el tiempo que me cuesta perder al cruzar las avenidas que no me llevan a nada , aveces, parado de manos, con las uñas cortadas, en la cama y los vuelos que hago en ella, en los recorridos de los besos de la frente hacia el mentón, en la lengua, entre mis pupilas de gato negro sin dueño.
A veces, de regreso al tejado, aveces, en los maullidos-insultos, aveces también, en los tal vez, en los quizás mañana, en el te veo mas tarde, en un adiós, chau, hasta mañana.
A veces, al inicio de una canción, a media-melodía, en la mitad del suspiro después del coro, aveces en la plaza, en la sopa que no me gusta, entre las menestras malcriadas que me atormentan, entre el helado y las gotas dulces de chocolate dibujando unas esposas diabéticas en mis muñecas, en la arena de mis bolsillos, en el compás de mis pasos descompasados solo los fines de semana.
A veces siempre y siempre y cuando, siempre hasta pronto siempre y siempre cuando digo que no estoy jugando.
A veces, en las guitarras, en mi cuaderno, en las hojas cuadriculadas, de mayor a menor, entre las mayúsculas pretensiones sabatinas y mis minúsculos deseos de superación. aveces en los cambios, en las salidas y venidas con el rabo en la entrepierna. Aveces también en mis sueños, de los que tengo dormidos y despierto, aveces en mis hijos, aveces en mi madre, aveces en el dinero que e perdido y en los amigos que ya no me saludan, a veces en el escenario, entre el publico, entre la soledad de los locos en navidad, aveces en la lentitud del perro cojo persiguiendo a la perra , aveces entre mis cejas, entre mis testículos maltratados y rendidos.
A veces en mi, aveces en mis otros yo, aveces en mi alma vendida y alquilada, aveces en mis mentiras diarias y mis arranques de honestidad y ternura comprometida e interesada.
A veces ahí :
Te pienso, te miro, te recuerdo, te pierdo...