domingo, 13 de diciembre de 2009

por algo pasan las cosas...


Es la una de la mañana, hace frío estoy ebrio y no estas tu. música, tu que tantas veces llenaste mi alma, ahora me la descompones con cada estrofa, el vino esta frió, y el arroz espera por ti.
El bebe ya esta acostado y dormido, ya lo bañe, y le puse el pijama amarillo que el mismo eligió, antes dormir me pregunto por ti, y yo solo me quede callado, nose si entendio.
La ropa ya esta doblada, los platos en su sitio y compre otra gaseosa que te espera ansiosa al igual que yo, tus sandalias están en su sitio y no deje nada debajo de la cama para que no te enojaras.
Hace frió estoy ebrio y te extraño, en la refrigeradora aun hay dos piscos, mucho hielo y no estas al lado mio, trate de lavar la ropa, de cocinar algo, de barrer debajo del sofá, pero no puedo hacerlo sin ti, me hacen falta tus instrucciones y quejas, me hace mucha falta tu manera de corregir las cosas que siempre las hago mal.
Hoy no me eh acercado a mis guitarras, no eh abierto el messenger, no llame a nadie, no pensé mas que en tu cuerpo delgado desangrándose y perdiendo lo que hace poco me habías confesado, por algo suceden las cosas dicen a cada instante, sera que estube portandome mal.
Cuando caiga la ultima gota roja, sabré entonces que volverás, que volveremos a cenar juntos, todas las frituras que nos gustan tanto, nuestra gaseosa de tres litros y el aji quemara nuestros labios como siempre antes del penúltimo beso de buenas noches.
Mañana no iré al trabajo, solo iré a buscarte y a comportarme como casi nunca lo hice, un buen padre y un buen esposo.
Cuando yo te quise, cuando te decía que te amaba, mis sentimientos se entregaban a ti, los buenos y los malos, los puros e impuros, pero eran tuyos; de mi boca no solo salían palabras hacia ti, sino también me entregaba yo, pero ahora el tiempo nos a cambiado tanto, el bebe a dejado ya los pañales, sabe usar la computadora, y nosotros ya dejamos de decirnos lo mucho que nos amabamos
Mañana te esperare con la cocoa lista y el pedazo de paneton que me regalaron, tomaremos desayuno y luego te llevare cargada hacia la cama para que puedas descansar y tratare de consolarte y convencerte de que aquella ultima gota roja entre tus piernas, significara un nuevo comienzo, donde morirán casi todos mis defectos e inquietudes callejeras, morirán sentimientos y locuras que tomaron vuelo y te dejaban a ti en el suelo, tal vez ya no nos digamos que nos amamos pero tenemos una casa, un hijo con tus delgadisimos labios y mis grandes ojos serranos que esta noche me a mirado preguntandome por ti, quedandome yo tan callado, extrañándote y torturandome, por que reconosco que jamas pude defenderte de la forma que un buen hombre sabe hacerlo.
Es de madrugada hace frió, estoy ebrio, el bebe sueña y yo tan inutil, te extraño.